Entradas

Mostrando entradas de marzo, 2005

Una lección de modestia: nuestro futuro está escrito en los genes de una mosca

Ginés Morata, bioquímico español, acaba de recibir el Premio México de Ciencia y Tecnología como reconocimiento a su trayectoria en el campo de la biología del desarrollo, un galardón que se suma a otras dos grandes distinciones que se conceden a la investigación en España: el Premio Nacional «Santiago Ramón y Cajal» y el Rey Jaime I. Tenía varias referencias de Ginés Morata, pero no lo conocí personalmente hasta el pasado mes, aprovechando que Morata impartía un ciclo de conferencias sobre la biología del desarrollo. Sus finas observaciones fueron todo un torpedo en la línea de flotación de la autoestima de la especie humana: compartimos casi por completo el mapa genético de la modesta mosca del vinagre, hasta el punto de que muchas enfermedades genéticas se pueden estudiar en ese organismo tan próximo a nosotros, que es un auténtico laboratorio para el dolor humano. No es necesario decir cómo queda en este contexto el fundamento genético de las razas humanas: simplemente no se puede

El bueno -IBM- y el malo -Microsoft- en la sociedad de la información, en opinión de Castells

Manuel Castells, uno de los gurús de la sociedad de la información, ha criticado a Microsoft por "bloquear el desarrollo" en el sector con sus derechos de propiedad intelectual. "Microsoft bloquea el desarrollo de nuevas fronteras de la expansión de la creatividad en el sector", dijo Castells durante el seminario "La sociedad en red y la economía del conocimiento", organizado por el presidente portugués, Jorge Sampaio, y celebrado en Lisboa. Por el contrario, Castells alabó la opción adoptada por IBM de colaborar con el Gobierno de Brasil para desarrollar un "software" libre, pues considera que la "llave del desarrollo es la creatividad". Yo estoy de acuerdo con Castells en la defensa de la creatividad y en la necesidad de que los derechos de propiedad intelectual protejan a los verdaderos creadores (autores, ilustradores, editores...), y no tanto a quienes aportan el soporte (fabricantes de papel, de software, de CDs...). Pero sería má