Selectividad: la historia se repite
Un grupo de adolescentes se agolpaba en la parada del autobús esta mañana. Su aspecto ojeroso y su aire de cansancio podría responder a una larga noche de fiesta, si no fuera por la gruesa carpeta de apuntes, que algunos revisaban de soslayo. Claro, son los alumnos de Bachillerato, que hoy se enfrentan con la Selectividad.
Me ha venido a la cabeza mi propio examen, que coincidió con la primera convocatoria de este polémico examen, que mi promoción tuvo el dudoso honor de inaugurar. Y eso que vivimos la selectividad como un mero trámite, algo fácil de entender si se repasa la increíble lista de exámenes externos a los que nos habíamos tenido que enfrentar. Primero fue el examen de Ingreso, a los diez años, necesario para acceder al Bachillerato Elemental. Esto ya dejaba fuera a un grupo importante de alumnos que deberían continuar en la escuela primaria hasta los catorce años u optar por la formación profesional (entonces se llamaba Maestría Industrial). Después, a los catorce años, ...