Soluciones de aprendizaje

Cada necesidad de aprendizaje requiere una solución específica. Podríamos distinguir entre el aprendizaje donde predomina el conocimiento explícito (integrales, programas informáticos...) y donde lo hace el conocimiento tácito (actitudes, habilidades directivas...). Para el primero son esenciales contenidos de gran calidad, que planteen situaciones problemáticas bien contextualizadas y cercanas al interés del alumno, que motiven y simulen con cierta verosimilitud la realidad (o modelos de la misma). Es un método adecuado para el aprendiz inexperto, que carece de experiencia acumulada. En mi opinión es idóneo para trabajar los contenidos curriculares en etapas preuniversitarias (matemáticas, física, lengua, etc).

Para el aprendizaje de contenidos tácitos, lo anterior es poco útil. Aquí lo importante, más que hacer cosas, es reflexionar sobre el propio conocimiento, ponerlo en juego en casos complejos, de modo que se relacione lo que ya se sabe (porque se ha vivido) y se conforme el aprendizaje como si se tratara de una experiencia acelerada. Aquí los contenidos son simplemente la excusa para que los alumnos compartan su experiencia. La clave aquí es el tutor que provoca el debate y estimula la formación de una comunidad de intereses, y el mejor profesor son los propios compañeros. Este modelo lo usan las grandes escuelas de negocios y los contenidos no son tienen nada de especial. La mayoría opta por materiales impresos, ya que es absurdo hacer en la pantalla algo que resulta insuperable sobre el papel.

En resumen, no me gusta hablar de e-learning. O se aprende o no se aprende. Cuando mi hija tiene un examen, nos pregunta las dificultades a mí o a su madre, y si le quedan dudas, llama a sus compañeros. A la vez, recibe preguntas a través del Messenger, del Outlook e incluso del móvil. Pero no piensa que está usando la tecnología; lo que hace es tratar de resolver su problema. Se reiría seguramente si supiera que hay gente muy seria empeñada en poner nombres pomposos a cosas tan naturales. ¿Será m-learning, f2d-learning (entiéndase, father to daugther), p-learning (de phone), blended learning o será que estos importantes señores están equivocando el centro de interés? Me da la impresión de que cuanto más importancia se da al e-learning, menos ideas hay para contar. Es normal entonces que el interés se proyecte sobre la plataforma, en lugar de centrarse en el aprendizaje. Es como si uno va al cine y la película es tan mala que te vuelves a admirar el proyector. El e-learning ideal es aquel en el que uno usa la tecnología sin ser consciente de ello. Eso significaría que nos ha enganchado la película.

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