Los valores son rutinas, y se entrenan
Solemos tener un elevado concepto de los valores, como grandes líneas declarativas y de escasa aplicación en la práctica. Pero no es así, los valores se manifiestan a través de los comportamientos, por eso no sirven para nada los grandes discursos sino las acciones sencillas y continuadas, los comportamientos establecidos como rutinas diarias. Por eso tienen mucha más importancia las pequeñas acciones y compromisos, que están al alcance de todos, que esas pomposas declaraciones llenas del “deber ser” pero estériles. Creo firmemente en esa poderosa enseñanza de Juan Bautista de La Salle, recreada por Eduardo Galeano, con esta frase esperanzadora: “ Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo ”. Así es. Para cambiar el mundo no necesitamos grandes discursos, sino la acción comprometida y tenaz de muchas personas, esa gente pequeña -tan necesario- que nos recordaba Galeano. Traigo esto a cuento de una " cosa muy pequeña "