¿Mejora el ordenador los resultados escolares o vuelve tontos a los niños?

Estos últimos días los medios de comunicación se han llenado de noticias del tipo “Más tiempo delante del ordenador, mejor nota en matemáticas”, o "El uso regular de ordenadores favorece unos mejores resultados escolares". Estas noticias aluden a un informe de la OCDE, publicado recientemente, según el cual los adolescentes que usan regularmente el ordenador, en su casa o en el colegio, obtienen mejores resultados escolares en matemáticas y lectura. Pero, ¿es realmente así? 

Bueno, pues no está tan claro. Al menos, cuando las conclusiones de este estudio se contrastan con otras investigaciones, surgen motivos más que justificados para poner en duda la fiabilidad de este estudio, que se ha elaborado a través de la explotación de los datos de los 100.000 alumnos de 15 años que realizaron el último examen PISA. Según los autores de este informe, los alumnos que utilizan un ordenador desde hace varios años obtienen, en Matemáticas, resultados superiores a la media, mientras que los que carecen de acceso al ordenador o lo utilizan desde hace poco tienden a estar retrasados respecto al nivel de su nivel de estudios. 

Pero al mismo tiempo, el informe vincula los resultados mediocres al origen social desfavorecido de los alumnos. Y aquí es donde salta la duda: ¿son peores los resultados porque los alumnos de familias desfavorecidas tienen peor acceso a los ordenadores, o es precisamente el contexto socioeconómico bajo lo que genera los malos resultados? Y es que el informe transmite la sensación de una conexión muy superficial entre el acceso al ordenador y los resultados académicos en matemáticas. Por ejemplo, por un lado reconoce que las chicas tienen un dominio menor que los chicos en el uso de las herramientas informáticas, y que la probabilidad de que una estudiante disponga de un ordenador en casa es menor, en las mismas condiciones. Sin embargo, las chicas destacan generalmente sobre los chicos en los estudios comparativos de conocimientos académicos. ¿En este caso el ordenador no marca la diferencia? Por otro lado, el informe señala que los alumnos de Dinamarca, Finlandia, Hungría, Irlanda y Japón son los que tienen las actitudes menos positivas hacia los ordenadores. Sin embargo, son bien conocidos los buenos resultados de algunos de estos países en matemáticas en el último informe PISA, especialmente los de Finlandia. ¿Es que tampoco en este caso se cumple la predicción del informe? 

En estudios anteriores, la OCDE ligaba el éxito en los estudios al número de libros en el hogar, un predictor de éxito académico de aceptación general. Ahora, los autores del informe de la OCDE consideran que el acceso a ordenadores es un factor de predicción mejor. Pero, ¿de predicción de éxito académico o de predicción del nivel socio-económico? Porque con toda seguridad se puede encontrar una correlación entre los resultados académicos y tener o no lavavajillas, o vehículos de gran cilindrada, o segunda vivienda, o... 

En definitiva, lo que el estudio concluye es que los alumnos de contexto socioeconómico alto tienen más éxito en los estudios. Pero eso es algo tan conocido que el informe tiene poco que aportar en este sentido. (Si se quiere conocer un poco mejor el informe, se puede descargar una presentación resumen). 

Los mismos datos leídos de forma diferente 


“Los ordenadores vuelven tontos a los niños”, afirmaba A. Orlowski, en The Register, al reseñar un excelente estudio de L. Woessmann y T. Fuchs -Computers and Student Learning- que también se realizó a partir de la explotación de datos del examen PISA. 

¿Cómo es posible que unos mismos datos arrojen conclusiones opuestas? Bueno, creo que Woessmann y Fuchs hicieron un análisis mucho más profundo. Combinaron los resultados de las pruebas de PISA con los datos de los cuestionarios que las acompañaban, y vieron que en un primer análisis se apreciaba una correlación directa entre los buenos resultados en y la disponibilidad de ordenadores en casa y en el colegio. Es decir, la primera impresión coincidía con las conclusiones del informe de la OCDE: el uso del ordenador se asocia a mejores resultados académicos. Pero pronto comprobaron que esta ventaja aparente no deriva del uso del ordenador, sino del contexto socioeconómico: los alumnos de contexto alto tienen más ordenadores en casa y van a colegios mejor dotados. 

Por eso, cuando Woessman y Fuchs corrigieron los valores para mantener constantes las características familiares, vieron que el acceso al ordenador no se correlacionaba con los resultados del examen. Más aún, al incorporar además las características del colegio, vieron que la disponibilidad de ordenador en casa se convertía en un factor negativo para los resultados escolares: cuantos más ordenadores había en casa, peores eran los resultados en matemáticas y en lengua

Obviamente, esto no justifica el titular “el ordenador vuelve tontos a los niños”, que solo se explica por la búsqueda de sensacionalismo, una mala práctica periodística. Sin embargo, sí parece es que la presencia de ordenadores en casa parece distraer a los alumnos y dificultar el estudio efectivo. 

El informe sugiere que aunque es seguro que el ordenador incrementa algunas capacidades, es probable que esas nuevas capacidades sean a costa de la pérdida de otras (matemáticas y lectura comprensiva) que tienen más repercusión en el examen. La realidad es que en los exámenes no se suelen medir las capacidades generales que potencialmente pueden mejorar con el uso del ordenador. Por tanto, no se evalúan las nuevas competencias adquiridas por el uso de las TIC, y mientras no se cambie el modelo de evaluación, no se podrá dar una respuesta clara al valor que aporta el ordenador en la educación. Para los interesados en profundizar, recomiendo la lectura de dos informes que aportan más información en este último sentido:

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Interesantísimo. ¡Muchas gracias!

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